Hiperactividad infantil.
Hola. Mi nombre es Agustina, y he creado éste blog como actividad voluntaria de la asignatura "Sociedad del conocimiento y educación" del grado de Pedagogía en la Uned. En este blog quiero reflejar el tema del TDAH, mejor conocido como "Trastorno por déficit de atención con hiperactividad", en niños. Es un tema que me interesa mucho y creo que es muy importante. Espero que participeis ,y sobre todo que dejeis vuestra opinión.
domingo, 15 de enero de 2012
miércoles, 11 de enero de 2012
"El 33% de los niños hiperactivos lo seguirán siendo de adultos".
http://www.20minutos.es/noticia/1257736/0/ninos-hiperactivos/tdah/tambien-adultos/
Aquí os dejo una noticia que salió el mes pasado en el periódico "20 Minutos", en el cual nos hablan sobre el TDAH, y que aproximadamente el 33 % de los niños hiperactivos de hoy en día, lo seguirán siendo de adultos.
Aquí os dejo una noticia que salió el mes pasado en el periódico "20 Minutos", en el cual nos hablan sobre el TDAH, y que aproximadamente el 33 % de los niños hiperactivos de hoy en día, lo seguirán siendo de adultos.
martes, 10 de enero de 2012
Aquí os dejo un video de un especial del programa "Tesis" en el cual hablan sobre el TDAH, y para ésto han contado con un psicólogo de la Universidad de Sevilla (Carlos Mª Góme)z y una psicóloga (Amparo Alcalá), los cuales nos ayudan a comprender los mecanismos biológicos y conductuales que explican el TDAH. También aparecen dos niños, Mario, de ocho años, y Javi, de diecisiete, afectados por este trastorno y cuyos casos ponen de manifiesto la importancia que un tratamiento adecuado y un entorno comprensivo y paciente tienen en el desarrollo óptimo de un chico con TDAH. No os lo perdáis!. Es muy interesante :)
sábado, 7 de enero de 2012
TDAH: La intervención Psicopedagógica.
La intervención psicopedagógica deberá ir dirigida al desarrollo de las capacidades intelectuales básicas y a modificar las funciones cognitivas deficientes en el afectado por TDAH.
Tiene como objetivo general prevenir y evitar el fracaso escolar, reducir los síntomas de conducta, formar en estrategias educativas eficaces a través de un apoyo de tareas de aprendizaje, además de fomentar un buen desarrollo personal.
El desarrollo de una formación eficaz y una intervención temprana reducirán considerablemente el riesgo de padecer algún otro trastorno comórbido que habitualmente acompañan al TDAH.
Una buena intervención psicopegaógica permitirá llevar a cabo los siguientes cambios positivos:
1) Mejorar la capacidad de atención sostenida, selectiva y su capacidad cognitiva.
2) Mejorar los procesos básicos del aprendizaje: atención, comprensión, percepción y memoria.
3) Facilitar la adquisición de hábitos de organización y constancia en el trabajo, el aprendizaje de técnicas de estudio.
4) Aumentar las expectativas educativas.
Tiene como objetivo general prevenir y evitar el fracaso escolar, reducir los síntomas de conducta, formar en estrategias educativas eficaces a través de un apoyo de tareas de aprendizaje, además de fomentar un buen desarrollo personal.
El desarrollo de una formación eficaz y una intervención temprana reducirán considerablemente el riesgo de padecer algún otro trastorno comórbido que habitualmente acompañan al TDAH.
Una buena intervención psicopegaógica permitirá llevar a cabo los siguientes cambios positivos:
1) Mejorar la capacidad de atención sostenida, selectiva y su capacidad cognitiva.
2) Mejorar los procesos básicos del aprendizaje: atención, comprensión, percepción y memoria.
3) Facilitar la adquisición de hábitos de organización y constancia en el trabajo, el aprendizaje de técnicas de estudio.
4) Aumentar las expectativas educativas.
miércoles, 4 de enero de 2012
Hiperactividad infantil: Prevenir el fracaso escolar.
Es para muchos un trastorno desconocido, pese a que entre el 3 y 6% de los niños en edad escolar la sufre. Médicos y pediatras alertan además que, entre los cuidados de salud de los más pequeños, hay que prestar especial atención a los niños hiperactivos, ya que es uno de los principales motivos del fracaso escolar. De hecho, los expertos aseguran que las cifras de prevalencia son mucho más mayores, incluso diez puntos por encima, ya que la mayoría no están diagnosticados y su hiperactividad se confunde con un carácter conflictivo o una personalidad problemática.
La hiperactividad y la falta de atención suelen ir de la mano, aunque pueden manifestarse de manera aislada, aunque lo que sí está constatado es que más del 40% de los niños hiperactivos presenta problemas en el aprendizaje, lo que puede desencadenar que dejen de estudiar cuando llegan a la adolescencia. Prevenir el fracaso escolar es, por tanto, posible en muchos casos si se diagnostica a tiempo el denominado déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Un problema al que suelen acompañar otros síntomas, como ansiedad o estrés infantil, baja autoestima y depresión, dificultades para controlar sus impulsos y para memorizar, impaciencia y cambios de humor. De ahí la importancia de que los padres presten atención al niño hiperactivo y adopten una serie de consejos y recomendaciones, como el establecer unas normas y unos horarios que no alteren su día a día y, sobre todo, darle pequeñas responsabilidades, así como favorecer la práctica de actividades tanto físicas (la práctica del deporte es una buena manera de controlar la hiperactividad) y creativas (manualidades, juegos, lectura, entre otras). Las personas hiperactivas tienen un enorme potencial, aunque su dificultad estriba precisamente en cómo encauzarlo y en sus dificultades para planificarse.
La hiperactividad no solo es cosa de niños, ya que es un trastorno que puede mantenerse en la edad adulta, confundido con otros trastornos como depresión, ansiedad o dificultades para organizarse. La causa de esta enfermedad es, en su mayoría, genética, si bien también puede deberse al estrés o incluso al hábito de fumar durante el embarazo.
Prevenir la hiperactividad es el primer paso para tratar un trastorno que suele detectarse en las consultas de psiquiatras y neurólogos, aunque cada vez más en las de Atención Primaria.
La hiperactividad y la falta de atención suelen ir de la mano, aunque pueden manifestarse de manera aislada, aunque lo que sí está constatado es que más del 40% de los niños hiperactivos presenta problemas en el aprendizaje, lo que puede desencadenar que dejen de estudiar cuando llegan a la adolescencia. Prevenir el fracaso escolar es, por tanto, posible en muchos casos si se diagnostica a tiempo el denominado déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Un problema al que suelen acompañar otros síntomas, como ansiedad o estrés infantil, baja autoestima y depresión, dificultades para controlar sus impulsos y para memorizar, impaciencia y cambios de humor. De ahí la importancia de que los padres presten atención al niño hiperactivo y adopten una serie de consejos y recomendaciones, como el establecer unas normas y unos horarios que no alteren su día a día y, sobre todo, darle pequeñas responsabilidades, así como favorecer la práctica de actividades tanto físicas (la práctica del deporte es una buena manera de controlar la hiperactividad) y creativas (manualidades, juegos, lectura, entre otras). Las personas hiperactivas tienen un enorme potencial, aunque su dificultad estriba precisamente en cómo encauzarlo y en sus dificultades para planificarse.
La hiperactividad no solo es cosa de niños, ya que es un trastorno que puede mantenerse en la edad adulta, confundido con otros trastornos como depresión, ansiedad o dificultades para organizarse. La causa de esta enfermedad es, en su mayoría, genética, si bien también puede deberse al estrés o incluso al hábito de fumar durante el embarazo.
Prevenir la hiperactividad es el primer paso para tratar un trastorno que suele detectarse en las consultas de psiquiatras y neurólogos, aunque cada vez más en las de Atención Primaria.
martes, 3 de enero de 2012
jueves, 29 de diciembre de 2011
NIÑOS HIPERACTIVOS EN EL COLEGIO.
Alrededor de tres o cuatro de cada cien niños son hiperactivos. Padecen de Trastorno por déficit de atención (TDA) o conocido también por sus siglas en inglés (ADHD) lo que supone un verdadero problema para el niño, para los otros niños, para sus padres, maestros, y todos aquellos con los que el afectado debe compartir su vida.
No es fácil el diagnóstico de un niño con hiperactividad, y suele ser confundido con otros problemas, tanto por padres y docentes como por los propios profesionales médicos, por lo cual conviene estar muy bien asesorado antes de aceptar un diagnóstico y emprender el tratamiento (varias interconsultas suelen ser necesarias).
Decimos que es complicado rotular a un chico como hiperactivo pues no todos lo son. Hay niños simplemente traviesos o que están atravesando un problema personal o familiar transitorio que ocasiona esas conductas que muchas veces son “para llamar la atención” y que luego de desaparecida la causa o cuando el niño madura desaparecen, por sí solas, o con alguna ayuda psicológica.
El caso aquí tratado es el de aquellos niños que además de inquietos, no escuchan a los demás, alzan la voz sin motivo, no respetan a nadie, no fijan su atención, se aburren de todo, no se adaptan a compartir actividades con otros niños, y hasta a veces, suelen mostrar agresión no solo verbal sino física.
Cuando el maestro detecte este tipo de educandos, debe convocar a los padres para transmitirles lo que observa, omitiendo hacer un diagnóstico (que no sabe hacer). Se trata de conversar si coincide la conducta en el establecimiento con el comportamiento en el hogar o en reuniones socales, y planificar los pasos a seguir (visitar al pediatra, que seguramente derivará el caso a un psiquiatra y a un psicólogo) para tratar de apreciar si es posible el origen de la hiperactividad, que no es el mismo en todos los casos. Hay algunas situaciones que requieren tratamiento con fármacos, combinados con la terapia psicológica, pero esta decisión de medicar, es solo atribución de los médicos.
Mientras se llega a un diagnóstico médico, el alumno deberá ser tratado con paciencia, lo que no significa que se le permita hacer lo que quiera. Debe dársele pautas claras sobre lo que espera de él, preferir que concurra a algún curso donde haya menos alumnos, y evitar los factores de distracción. Asignarle tareas más cortas, y estimular sus pequeños logros, pues son niños con muy baja autoestima. Si existen agresiones hacia otros, separarlos en esos momentos del curso, y llevarlos acompañados de algún integrante del equipo escolar a hacer sus tareas en algún lugar más tranquilo, por ejemplo la Biblioteca, hasta que pueda ser posible la integración, sin hacer que estos alejamientos transitorios se muestren demasiado ante el resto de la clase.
No olvidemos que no actúa así porque quiere, él también sufre, pero esto no significa que le perdonemos todo, pues para su propio bien deberá aprender a respetar las normas si deseamos que se integre eficazmente a la sociedad.
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